1. La exposición oral es una actuación que requiere ensayos
- Ensaya varias veces en casa.
- Intenta que algún familiar o amigo te escuche antes de realizar la exposición, así podrás obtener algún consejo previo para mejorar tu puesta en escena definitiva.
2. Empieza con buen pie
- El inicio que escojas es fundamental porque es el momento donde vas a captar la atención de tu público. Una buena opción sería comenzar sembrando la duda que durante tu intervención vas a resolver, así crearás en los oyentes la necesidad de escucharte.
3. Cuida a tu público
- Hazte con el escenario, no te quedes estanco, camina por el espacio del que dispones con la finalidad de que todos te vean y el movimiento haga más dinámica la sesión.
- No te quedes mirando a un punto fijo. Mira a todos los asistentes para que todos se sientan implicados en tu discurso.
- Escucha las dudas que puedan surgir. No dejes todas las preguntas para el último momento, es bueno hacer alguna pausa para ceder la palabra a los oyentes y que tomen cierta parte activa en la exposición. De este modo la exposición se hará más distendida.
- Emplea en tu discurso la primera persona del plural (nosotros) para integrar al público en aquello que relatas con el fin de que sienta el tema tratado cercano a él.
4. Mantén a tu público
- Utiliza un tono de voz adecuado: no hables demasiado bajo o con inseguridad, pues, si los oyentes no te oyen, dejarán de serlo.
- Es importante ir cambiando la tonalidad de la voz para mantener atención del público y que el discurso no suene demasiado monótono.
- Interactúa con tus oyentes, pregúntales su opinión, hazlos partícipes activos de la exposición.
- Para dar solidez a tu discurso apóyate en referencias de conocido prestigio. Por ejemplo, señala a autores que puedan ser admirados y respetados por tu público.